Desde el colegio valoramos aquellas actividades que, fuera de lo estrictamente académico, pueden ayudar a nuestros alumnos en su crecimiento y madurez personal. Si además lo hacen de manera voluntaria, amena y con profesores y amigos del colegio en su tiempo libre, es todavía más interesante. 

El ajedrez ofrece gran cantidad de beneficios a quienes lo practican regularmente. Requiere tiempo, paciencia y como cualquier juego de competición, permite aprender a ganar y a perder, incrementando la tolerancia a la frustración y facilitando el desarrollo de estrategias de afrontamiento de la misma. Además de fomentar, jugando, el afán personal de superación.

Los jugadores tienen que concentrarse en el tablero y en las posibles jugadas del oponente. Esto favorece la capacidad de concentración y la memoria. Estimula el pensamiento crítico, requiere que los jugadores piensen de forma estratégica y anticipen las posibles consecuencias de sus jugadas, ayudando a fomentar la toma de decisiones y asumir las consecuencias de las mismas. 

Pese a las reglas del ajedrez, este juego fomenta la creatividad, cada partida es única y puede requerir que los jugadores encuentren soluciones imaginativas para superar los ataques del oponente.

Otro de los beneficios del ajedrez es que mejora la capacidad para resolver problemas: Las partidas de ajedrez presentan situaciones que los jugadores deben resolver en un tiempo limitado. 

A su vez, el ajedrez ayuda a desarrollar habilidades sociales, fomentando la interacción entre los distintos jugadores, y el respeto de unos por otros. 

La metodología que seguimos en el Aula XXI es principalmente que jueguen entre ellos bajo supervisión del profesor. Es clave la figura del adulto, que acompaña, aconseja o resuelve ciertas dudas en las jugadas. En las primeras sesiones los alumnos repasaron los movimientos de las diferentes fichas. Durante las siguientes semanas, siguiendo la propuesta de los libros ¡A jugar! de Carlos García Palermo y Marcos de Anna (Editorial Casa de Ajedrez. www.lacasadelajedrez.com), están resolviendo retos y jugadas propuestas por los autores, unas reales y otras ficticias. 

En resumen, el ajedrez estimula el cerebro y mejora la actividad mental, por lo que presenta grandes beneficios para niños y mayores, mejorando la concentración, la memoria y la resolución de problemas, estimulando el pensamiento crítico y la creatividad, fomentando la paciencia, la perseverancia, la seguridad en uno mismo y las habilidades sociales. 

 

Pepa Montero y Ana Isabel Cristóbal

Responsables del Aula XXI de Ajedrez