Con la Celebración de la Ceniza de este miércoles, damos comienzo al camino de la Cuaresma que culminará en la Pascua de Jesús. Es un tiempo de conversión, de volver el corazón a nuestros hermanos, con los ojos puestos en Dios Padre que nos ama. Como nos recuerda el Papa Francisco en su mensaje de Cuaresma, este es un tiempo de esperanza en el que “Jesús nos habla del futuro que la misericordia del Padre ha abierto de par en par. Esperar con Él y gracias a Él quiere decir creer que la historia no termina con nuestros errores, nuestras violencias e injusticias, ni con el pecado que crucifica al Amor”. 

Que, desde la certeza ya resucitada de que el amor vence siempre a la muerte, seamos capaces de ayunar de todo lo superfluo para dejarnos habitar por Dios, vivamos compartiendo lo mejor de nosotros mismos cuidando con ternura a los más pobres y pequeños, y construyamos una relación de íntima amistad con Dios alimentada por la oración.

Os invitamos a vivir en profundidad el sentido de este tiempo privilegiado para caminar con Jesús, hacia Jerusalén.